Llegó el examen contra el líder. Una prueba de fuego para calibrar la capacidad de reacción de un Traviesas en progresión pero algo tocado tras la pequeña decepción de la anterior jornada frente a Centauro.
Díficil, a priori, pensar en sacar los 3 puntos ante un conjunto con registros inmaculados y que sólo se había dejado 5 por el camino en toda la liga.
Pero como el 1860 tiene un máster en llevar la contraria, dimos la campanada al vencer por 1-2.
3 puntos de platino que nos enganchan a la caravana de aspirantes y que suponen un chute de moral en nuestra conciencia colectiva.
Reaparecía nuestro amigo Brais, 10 partidos en la nevera, para disputar sus primeros minutos de corto.
Fue titular. Le acompañaron Carid y Rubén atrás con Dani, Quitos y Ozo más adelantados. Ausentes una semana más Iván y Beni, Varo tampoco vino, chupando banquillo, pues, Javi, Borja, Bou y Fernando. En la porteria, Alex.
En los inicios, el Bluss, no se mostró todo lo arrollador que se le suponía. Obligados, quizá, a dosificar esfuerzos, venían de jugar la jornada aplazada un día antes, notándoseles un puntito faltos de frescura.
No iba a ser un partido de resultado de balonmano, imponiéndose así un respeto entre ambos conjuntos. Ellos también se daban cuenta de nuestro peligro con espacios.
Con el ritmo del juego en manos del Bluss, sin mucha prisa por llegar, el guión se puso interesante cuando nos adelantamos 0-1. Jugada combinativa de pared al borde del área entre Quitano y BM10, culminada fetén por éste cruzándola al segundo palo.
Un jab a la mandíbula del Bluss que iba a tener que exponerse algo más en un terreno que, a tenor de sus intenciones, no era el mejor para arriesgar.
Encontrando los huecos que dejábamos en el medio, se fueron aproximando con peligro, apostando en esta fase por el juego de contacto y la búsqueda de faltas como arma ofensiva. Una de estas, la clavaron por toda la escuadra.
Un 1-1 que dejaba las puertas abiertas para una desenlace con final incierto.
Se alinearon en la segunda parte todos los factores que nos dieron la victoria final: buen criterio en los cambios, efectividad, un gran Alex y algo de suerte.
El Bluss no varió el estilo, jugando a desesperarnos en busca de un fallo.
Seguíamos con carencias en el medio acusando el juego de primer toque rival que encontraba casi siempre un hombre desmarcado. Nuestra disposición de 3 delante provoca que la ayuda del extremo al lateral genere 2 contra 1, pero si no se hace bien o llega tarde se invierte el resultado y provoca superioridades. Arrastro rivales, espero y luego te la doy. Un clásico. Y ahí nos pillaban.
Pero la suerte hizo que casi todos estos disparos con peligro pegasen en cuerpo, se fuesen fuera o los desbaratase Alex, que, cuando la defensa le responde, se serena con el paso de los minutos.
La cabeza de Pol, castigado tras le verja, no se conformaba con un, hasta apetecible, empate, pues el Bluss no acababa de matar y era cuestión de organizar algo más las llegadas para que nuestra calidad delante hiciese el resto. Parecía nuestro momento. Y no lo desaprovechamos.
Retocamos con los cambios la posiciones en el medio y en punta, con Carid para potenciar el juego de ataque y con Quitano que a la postre sería vital. El 1-2 llegó de sus botas. Tiro sin aparentemente mucho peligro desde la izquiera de nuestro ataque y de puntera que cogió porteria raso, colándose por el segundo palo. Casi casi la segunda ocasión de peligro clara en todo el partido. A excepción del primer gol y otra de Ozo en boca de idem toadavía en la 1ª parte. Más que clara, superclara. Una put...
Quedaba poquito, pero lo suficiente como para no confiarse. Aunque algo desdibujado, enfrente seguía el primero.
Fueron unos minutos finales de asedio y resistencia que, felizmente, nos condujeron a buen puerto.
En definitiva, mucha alegría y a seguir así.
La nota negativa, Brais, que vió el camino del vestuario antes de tiempo por doble tarjeta amarilla.
Un palo para su condicional, aunque no habra suspensión.
Hala Celtiña y Forza TVS¡
Crónica futbol-sietera by Dani.